Café Defensa

Hay calles o avenidas que describen a un barrio entero por su alto capital simbólico. En el caso de San Telmo, es Defensa, una línea histórica que recorre el barrio sur de Buenos Aires desde Parque Lezama (donde algunos historiadores ubican el sitio de la 1° Fundación de la ciudad, la de Pedro de Mendoza en 1536) hasta Plaza de Mayo. Defensa, definitivamente, es una calle de cafés. En sus veredas se lucen algunos de los Notables (El Británico, Hipopótamo, Café Plaza Dorrego, Bar Seddón) y otros de los que apenas se notan. Entre estos últimos, uno de ellos es su bandera insignia: el Café Defensa.

DefensaLa calle Defensa debe su nombre en homenaje a la defensa de Buenos Aires en las invasiones inglesas de 1806 y 1807. Por este eje el ejército inglés llegó al centro de la ciudad desde el sur. Hoy es de visita ineludible para todos. Es el más importante reservorio histórico cultural de los movimientos sociales que sucedieron por estas pampas. El Café Defensa queda en la esquina de Defensa y Cochabamba. Data de 1930. Un ochentoso de aquellos. Tiene todo: mesas y sillas de madera, puertas vaivén con retiro, ventanas guillotina, banderines de fútbol (el más repetido, obviamente, es del Club Atlético San Telmo). Abre todos los días de 7 a 24. Y cuando digo todo los días, es tal cual, todos. Incluidos el 1° de enero, 1° de mayo y Navidad. Los turistas que recorran San Telmo ya no tienen que temer a los feriados, el Café Defensa los recibe todo el año. Sigue leyendo

Cafés a Caballito (2×1)

Caballito es uno de los barrios más grandes y poblados de Buenos Aires. Dispone de áreas muy comerciales de alto tránsito peatonal y consumo, y también de otras de casas bajas, tranquilas y señoriales. En ambos casos sus cafés responden a la demanda con locales de las más conocidas cadenas (nacionales e internacionales) o propuestas gourmet glamorosas e íntimas. Pero existe otra zona, menos vanidosa, donde en una misma intersección, Méndez de Andes y Neuquén, existen dos propuestas que se potencian y complementan: El Viejo Buzón y Wilde. 2 x1. Café a Caballito.

1397052770826Como reza su página de Facebook, El Viejo Buzón es un pedazo de «tablón» en Caballito. La cancha de Ferro queda a unas pocas cuadras y los hinchas, jugadores y ex-jugadores ocupan las mesas de este café como si fuera una extensión del Club. Cacho Saccardi, el Beto Márcico, Carlos Timoteo Griguol, como también Alejandro Apo, fueron y son parroquianos de rutina. El lugar debe su nombre al buzón del Correo Argentino que se luce en la vereda. En sus comienzos supo ser una panadería, luego almacén y continuó convocando a los vecinos a las mesas de café y bebidas espirituosas por la noche. En 1993 la Legislatura porteña lo nombró «Esquina Histórica de Buenos Aires». En su interior funciona la Radio Conectividad (www.radioconectividad.com.ar). El Viejo Buzón sirvió de escenografía para filmar películas (Ciudad en Celo) y series de televisión (Los sónicos) por su auténtico carácter barrial. Hoy es un Café/Pub con una variada propuesta artística nocturna. Sigue leyendo

Cafés Notables de Buenos Aires en fotos

La Poesía

Una vuelta fotográfica del diario Infobae (digital) por algunos de los Cafés notables de Buenos Aires.

 

Mirá las fotos:

http://www.infobae.com/2014/04/12/1556763-bares-notables-buenos-aires

Café Tortoni

A casi un año de comenzar este blog es momento de ocuparse del Gran Café Tortoni. En verdad, no lo hice antes porque es un café del cual queda poco por decir, mucho se sabe y es muy fácil encontrar información veraz. Pero, en fin, es como escribir sobre la cultura incaica y no mencionar Machu Picchu. Y «el público se renueva» diría una legendaria estrella del espectáculo vernáculo. Sobre todo, el público extranjero, de donde provienen muchos de los lectores. El Café Tortoni es el más viejo (aún funcionando) de Buenos Aires, data de 1858. El local daba sobre Rivadavia y recién cuando se construyó la Avenida de Mayo, un 26 de octubre de 1894, se inauguró su hoy tradicional puerta de ingreso (a la altura del 825) a través de la gran vía porteña. Esta fecha la adoptó la Legislatura de la Ciudad para celebrar el Día de los Cafés (ver https://cafecontado.com/promocion-2-x-4/)

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El nombre Tortoni homenajeaba a su homónimo de la ciudad de París que fuera creado después de la Revolución Francesa por un italiano, vendedor ambulante de helados, que lo hizo famoso y donde popularizó la «cassata». Describirlo es innecesario. Las fotos son elocuentes y la información gráfica abundante. Lo importante es lo que representa para todos los argentinos. Si en Buenos Aires el café es religión, el Café Tortoni es su Templo Mayor. Ingresar al Tortoni es como hacerlo a una Institución formadora de una cultura que trascendió generaciones («la escuela de todas las cosas» de Discépolo). Como las legendarias construcciones medievales de Universidades que se erigen orgullosas en ciudades milenarias. En su interior se hace difícil abstraerse del entorno. No hay modo de sostener una charla, por importante que sea, sin dejar de estar consciente del lugar donde se la está manteniendo. Definitivamente no. Uno está en el Tortoni y eso aporta su propio peso específico y simbólico. Sigue leyendo

Bar Celta

El centro de Buenos Aires, más precisamente su eje principal, la calle (o avenida) Corrientes, propone un recorrido lineal por nuestra propia historia de vida donde a cada paso nos reencontramos con capítulos contados en formato de café, pizzería, librería, cine o teatro. Pero, a veces, como en este caso, vale la pena saber desviarse unos pocos metros, solo 100 hacia Sarmiento, para escribir una nueva página en el Bar Celta.

20140305_115649El Bar Celta (o Celta Bar) se encuentra en la esquina de Sarmiento y Rodríguez Peña, abrió sus puertas en 1941. Su primer dueño fue un español de Asturias, Claudio Fernández, que lo bautizó de ese modo en homenaje a la cultura celta afincada en esa región. Funcionó como almacén con despacho de bebidas. En 1950, don Fernández lo vendió y el lugar se convirtió en confitería y bar. Estuvo abierto por algunas décadas hasta que cerró sus puertas. Hacia mediados de los 90′ volvió a abrir convertido en un reducto de jazz de altísimo nivel. Walter y Javier Malosetti, Luis Salinas, Pipo Luque, Botafogo, Pepi Taveira fueron algunos de los exquisitos músicos que se lucieron y dejaron su música vibrando en su interior. El Celta (que siempre se mantuvo su nombre original) fue cuna de dos ciclos exitosos «Jazz Club» y «Jam Session». Esta etapa también cumplió su ciclo y volvió a cerrar. Finalmente, en marzo de 2012, hace nada más que un par de años, reabrió, ahora convertido en primo hermano de los cafés que integran el Grupo Los Notables integrado por: El Federal, Margot, Bar de Cao, La Poesía y la flamante joya. La operación de rescate del mobiliario original resultó de maravillas y hoy el Bar Celta luce como cuando lo atendiera su asturiano fundador. Sigue leyendo

Proponen al hábito porteño del café como patrimonio de la humanidad

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(Foto: Celta Bar, #CaféNotable, Sarmiento y Rodríguez Peña)

«El Ministerio de Cultura presentó, el fin de semana, ante la Unesco el proyecto para que el hábito de tomar café en bares y confiterías de la ciudad de Buenos Aires, un hábito que se conserva a medida que las generaciones pasan, casi como un gen de la porteñidad , sea declarado Patrimonio Intangible de la Humanidad.»

 

Lee laa nota completa del diario La Nación:

http://www.lanacion.com.ar/1671005-proponen-al-habito-porteno-del-cafe-como-patrimonio-de-la-humanidad

El Bar de Julio

Buenos Aires tiene sus espacios de culto donde el café, tango y bohemia siguen dialogando con códigos que constituyen la porteñidad. Muchos de estos lugares están en la periferia (ver, x ej. https://cafecontado.com/2013/09/12/el-faro-de-villa-urquiza/) de la ciudad. O bien ocultos en los barrios del sur. Sin embargo, existe uno que se sostiene en pleno centro. Y cuando digo pleno centro, me refiero al pleno centro. Frente al mismísimo Obelisco. Es El Bar de Julio.

20140214_095020El Bar de Julio queda sobre la Av. Roque Sáenz Peña (Diagonal Norte) al 1129. Desde su vereda se puede tomar un café mirando al Obelisco: Buenos Aires al palo. El lugar tiene una historia singular. Fue reducto de la noche tanguera de la época de oro del tango. Las fotos colgadas en sus paredes de famosos músicos y letristas que lo visitaban a menudo, cuando en verdad era el Bar de Julio, no deja mentir. Su actual dueño es Howard Albert Wayne, nacido en Tennesee, USA, aunque criado en el país. Compró el lugar en 1996 cuando funcionaba como una sanguchería de gallegos y a poco ponerse a refaccionarlo aparecieron los viejos vestigios de pasado tanguero. Como, por ejemplo, un mural de Carlos Gardel. Luego fueron antiguos parroquianos los que lo fueron poniendo al tanto a Howard de las historias y personajes que lo frecuentaban, entre otros, el Polaco Goyeneche, Rubén Juárez y Alberto Marino. Afortunadamente todo está documentado y exhibido. El salón sigue manteniendo las viejas mesas con sus sillas de madera. Sigue leyendo

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20140214_095119El Bar de Julio, Av. Roque Sáenz Peña 1129 (Diagonal Norte), San Nicolás 

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20140207_163554Café Alenjo, Boedo 833, Boedo

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IMG_3865El boliche de Roberto, Bulnes 331, Almagro