La Flor de Barracas

Barracas nació con Buenos Aires. O casi. Porque si bien no entra dentro del ejido diagramado por Garay, lo cierto es que las mejores condiciones climáticas para construir un puerto estaban a la vera del Riachuelo y fue allí donde anclaban las embarcaciones y donde, con el tiempo, se establecieron las construcciones que le terminaron dando nombre al barrio. Otra distinción para los barraquenses. Su nombre no proviene a partir de una parroquia, la veneración a un santo, tampoco de un prócer ni los sueños de prosperidad urbana de un inmigrante adinerado. Barracas es un sustantivo que bien podría conjugarse. Remite a una acción que vive, respira y transpira. La del acopio de la producción del trabajo. En el barrio se encontraban las principales industrias del país: automotrices, alimentarias, textiles, gráficas, ferroviarias, etc. Barracas es, además de su pasado patricio con trágicas historias de amores de novela, fundamentalmente, la historia de una argentina productora de bienes con estándares internacionales.  En ese enclave fabril, rodeada de moles de altísimo patrimonio urbanístico, se encuentra, aún de pie, desde 1906, orgullosa y radiante, La Flor de Barracas.

HDR

La Flor de Barracas, Barracas – Ph: Ana Luz Sanz

9L7A0088

La Flor de Barracas, esquina mistonga – Ph: Ana Luz Sanz

La Flor nació fonda. Y jamás cambió de rubro. Más de 100 años dando de comer a una barriada. Pocos espacios en Buenos Aires mantienen esta inalterable identidad. Tuvo pasado lumpen. Se la conoció como “La Puñalada”, “Tarzán”, “Luna Park”. Resulta innecesario ponerse a explicar el porqué de tantos redundantes motes. A partir de 1965 adquirió su denominación actual. La bajada conceptual de «esquina mistonga» responde a los antecedentes mencionados. Mistonga en lunfardo significa pobretón. En el tango Melodía de arrabal se dice: Hay un fuelle que rezonga en la cortada mistonga.

La Flor de Barracas es un auténtico Café de Esquina con ventanas guillotina que dan a la Avenida Suárez (al 2095) y la cortada (mistonga) Arcamendia (apellido de uno de los integrantes de la tripulación que vino con Garay desde Asunción, bajando por el río a fundar Buenos Aires). Desde 2011 integra el listado de Cafés/Bares Notables de la Ciudad. Tiene entrada por la ochava, piso calcáreo original, barra de madera con estaño, pantallas ferroviarias colgando del techo. Cafetín cafetín. Una “marca ciudad” que nos cuenta como porteños y miles de turistas que llegan a estas tierras vienen a buscar.

9L7A9952

La Flor de Barracas, Barracas – Ph: Ana Luz Sanz

Además del cafetín/bodegón/fonda/boliche, La Flor tiene un espacio semicubierto llamado Patio Arolas, por el célebre Tigre del Bandoneón que vivió a 150 mts de la esquina (sobre Vieytes). El patio no tiene otra pretensión que representar un espacio familiar para ser apropiado por cualquier parroquiano solo o en grupo. Todos los objetos del patio son o fueron de uso de La Flor a lo largo de su historia centenaria. Nada resulta ajeno o extraño. Son materiales que podrían encontrarse en cualquier casa de primera mitad del siglo XX. La leyenda en el barrio cuenta que La Flor es de fines del XIX (1897), pero la documentación encontrada da cuenta de 1906.

9L7A9957

La Flor de Barracas, Patio Arolas, Barracas – Ph: Ana Luz Sanz

Tiene otro espacio, llamado Salón Villoldo, en homenaje al padre del tango, Ángel Villoldo, también vecino ilustre de Barracas. En el salón se realizan presentaciones de libros, charlas temáticas, ciclos de cine, muestras fotográficas, talleres, casamientos, etc. Tiene también una biblioteca con libros disponibles para la lectura en cualquiera de sus tres espacios. Pero, además, al fondo del salón, una puerta da a la Peluquería de Linda que comunica con el patio. Como las viejas casas chorizo. Linda es sueca, cosas de este Buenos Aires multicultural, y atiende con reservas.

IMG_9925

La Peluquería de Linda – Ph: Agostina Ahumada

La Flor está a 100 mts de la calle Lanín, otro de los hitos barriales. Intervenida por Marino Santa María, artista plástico renombrado y parroquiano diario de La Flor. Frente a la Escuela Normal N°5, recientemente declarada Patrimonio Histórico Nacional. Por la mañana se llena de docentes, padres de alumnos, porteños que vienen a hacer trámites al edificio Comunal (está a 50 mts). El mediodía es de trabajadores de la zona. Como desde hace más de 100 años. El menú es bodegonero. Las tardes son ideales para la lectura, escritura, reuniones relajadas de trabajo. La música que se oye es exclusivamente rioplatense. Otro signo identitario.

9L7A0108

La Flor de Barracas – Ph: Ana Luz Sanz

Abre de lunes a jueves de 7 a 19hs; viernes y sábados hasta la medianoche; y los domingos al mediodía. La Flor tiene una historia riquísima (como sus platos caseros). Representa un patrimonio de excepción para el barrio y para la ciudad. Es de visita ineludible para aquellos buscadores del Buenos Aires mítico. La Flor, hoy, sigue produciendo. Como cuenta la historia del barrio. La Flor es Barracas.

IMG_6674

La Flor de Barracas – Ph: Gabriela Ahumada

Más info:

https://www.facebook.com/pages/La-Flor-de-Barracas/679613232157051

https://twitter.com/laflorbarracas

Instagram: @laflordebarracas

Anuncio publicitario

7 pensamientos en “La Flor de Barracas

  1. me encantó conocer este hermoso espacio cultural de nuestra fantástica ciudad….ojalá tenga larga vida, pueda crecer, mantenerse y cuente con la promocion necesaria para que no termine como tantos lugares historicos y necesarios para la gente…

    un fuerte abrazo El Tano Schinocca

  2. Pingback: Imágenes paganas/23 | Café contado

  3. Pingback: Imágenes paganas/24 | Café contado

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s