El Boliche de Roberto

Buenos Aires tuvo hasta avanzado el siglo XX varios almacenes con despacho de bebidas. Por lo general el almacén estaba en la esquina con ingreso por la ochava y en una pieza separa pero contigua, también con salida a la calle, estaba la barra donde se juntaban por la tarde los hombres (no estaba bien vista la mujer que frecuentara esos ambientes) a tomar alcohol y jugar a las cartas. Cuando la legislación se modificó, muchos terminaron derribando la pared que los separaba y ampliando el salón reconvirtiéndolo en grandes almacenes que luego derivaron en bares o restaurantes. Los hay y muchos. Y muy conocidos: el Bar de Cao, Miramar, Difei, etc. Pero existe un caso singular en Almagro. El almacén de la esquina cerró y cambió de rubro y quedó sólo el pequeño bar que con los años se convirtió en el Boliche de Roberto.

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El Boliche de Roberto está en Bulnes 331, casi esquina Perón. En diagonal a la Plaza Almagro. Es uno de los Cafés Notables de Buenos Aires. Pero lo suyo es el bajofondo. Abrió en 1893 y se lo conocía como «La Casaquinta». Tenía palenque donde descansaban los caballos de los carreros que iban al Mercado de Abasto. Más tarde se lo llamó 12 de Octubre (es su nombre oficial). En 1960 Roberto con su hermano Jorge heredan el almacén-bar. Sigue leyendo

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El Poniente

20131119_123932El Poniente lleva sólo nueve meses funcionando en el Casco Histórico de Asunción. Sin embargo parece haber acompañado el derrotero del entorno desde hace años. Está ubicado en la céntrica calle Palma esquina Montevideo. Como si la Ciudad Vieja de la capital uruguaya le hubiese bajado línea sobre cómo preservar la identidad a este Café, Bar o Boliche. Según la hora que se lo visite.

20131119_124026El Poniente parece hecho de un rejunte. Similar (para aquellos que la conocen) a La Catedral, la gran milonga del barrio de Almagro, Buenos Aires. Sin embargo, el aparente desorden está cuidadosamente justificado y pensado por su propietario, Rodrigo Franco. El Poniente es un bar que con seguridad sería un éxito en cualquier esquina de Brooklyn. Específicamente en la zona de D.U.M.B.O (Down Under Manhattan Bridge Overpass). Esto no le quita autenticidad ni color guaraní. Todo lo contrario. Es, justamente, la lógica conceptual y la activación del repertorio patrimonial paraguayo la que le otorga un carácter de sitio que transmite y defiende con orgullo una cultura.

20131119_124110Funciona en lo que fuera un viejo taller de compostura de relojes. Su horario es a partir de las 12 hs (como muchos otros cafés y bares en Asunción) hasta las 4 am. Su oferta cultural propone: noches de jazz (grupos en vivo), Dj’s de música electrónica, y los domingos a partir de las 21 hs hasta se animan a la Milonga.

20131119_124729 La oferta gastronómica es un excelente mix de las nuevas tendencias de la cocina gourmet con la tradicional comida paraguaya. La tentación es única e irrepetible en cualquier otro lugar del planeta. Es un pecado imperdonable visitar Asunción y no pasar por El Poniente. Sólo hay que dejarse llevar por la calle Palma o visitar la nueva Costanera que concluye en el puerto y subir por Montevideo. Incluso, si están de a pie en camino a la Loma San Jerónimo les aconsejo tomar Palma y hacer un alto en El Poniente. El lugar es acogedor por donde se lo mire. En su interior o sentado en la vereda. Altamente recomendable. Lejos un hito insoslayable de la capital paraguaya.

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Bar Los Laureles (que ciento veinte años no es nada…)

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Foto: Emmanuel Fernández para Diario Clarín
“Los Laureles”, en Barracas, cumplió 120 años. ¿La receta? Comida de bodegón y tango.

Lee la nota completa del diario Clarín:

http://www.clarin.com/ciudades/bar-duerme-laureles_0_1036096429.html