Foto: Lorena Lucca (Diario Clarín)
«Billinghurst y Guardia Vieja, en Almagro. Mesas de cafetín y bohemios. ¿El lugar? El Banderín: una esquina mítica que lleva ese nombre pintado en la vidriera por la pasión que el dueño, Mario Riesco, reparte casi en maneras iguales entre River y los banderines que cubren todas las paredes del bar. Con más de 90 años, El Banderín tiene también camisetas y banderas y recuerdos de distintos clubes del mundo y un gran mérito: no sólo es el bar más futbolero de la Ciudad, también es cábala para esta Copa.»
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