Si sos de los que adhiere a la teoría que Buenos Aires es la París de Sudamérica, en Florencio encontrás un serio argumento. Uno de sus accesos es la escalera que da a la calle Luis Agote, pegada a la Embajada del Reino Unido.
Florencio es un pequeño y encantador café patisserie que queda en Francisco de Vittoria 2363, Recoleta. El sitio es muy, pero muy pequeño. Dispone de once sillas en su interior más dos a la calle. Capacidad total trece personas. Exclusivo es poco decir. Calificarlo de chic, una obviedad.
El ambiente de Florencio es de gran calidez. Musicalizado con la susurrante voz de Carla Bruni (al menos sucedió durante mi visita). Las delicatessen son muchas y variadas. Pero, también se puede comer platos gourmet acompañados de vinos de Francia, Italia y España.
Florencio es ideal para compartir un momento muy íntimo. Dar una noticia muy especial. Sellar un vínculo. Planear un viaje. O largarse a escribir.
Florencio no está en un lugar visible para el tránsito cotidiano. Ese es su secreto encanto. Sin embargo está cerca de muchos puntos de interés y de visita frecuente en la ciudad como por ejemplo: El Museo Nacional de Bellas Artes, El Centro Cultural Recoleta, el Cementerio de la Recoleta y la Biblioteca Nacional. Excepto el Cementerio cuya acceso lo aleja un poco más, todos los demás están a sólo 200 mts. Vamos, cuántas veces habrán caminado mucho más que eso para sentarse en sitios menos convocantes?
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