No, no es la confusión de un turista que recorre la Argentina en pocos días y se le mezcla todo. El Aconcagua es un café de San Telmo. Probablemente no se lo recuerde o registre. No es Notable, no es fashion, ni lo alcanzó la nueva ola palermitana que parece inundar nuestro viejo Casco Histórico. Tampoco es un café gourmet. El Aconcagua, al igual que su homónimo, se mantiene incólume a todas las modas que arrasaron con parte de nuestro rico patrimonio cafetero. Y antes de entablar una batalla (perdida) con los tribus grafitteras firmó una colorida paz.
El Aconcagua queda en la esquina de Bolívar y Estados Unidos. Sí, repito, Bolívar y Estados Unidos, una intersección que hoy por hoy se parece a un choque simbólico de ideologías. Está ubicado frente a la manzana del Mercado, a 100 mts de Defensa, rodeado de hoteles boutiques y hostels.
(La foto es anterior a los graffitis)
Su dueño, Don José, lleva adelante con inquebrantable orgullo la pasión de tener un café resistiendo la movida vintage que poco a poco transforma todos los interiores de San Telmo. Sin embargo, este asturiano sabe y mucho de marketing. Como que la oferta de diarios disponibles para lectura de los parroquianos incluye a Clarín y Tiempo Argentino. Dos extremos ideológicos y archienemigos. Que aquí nadie se va a quedar disconforme o tendrá que buscar otro café. Si eso no es marketing el marketing dónde está.
En el Aconcagua, además de café y excelentes desayunos, se pueden comer unas ricas minutas. Por las tardes, el televisor brinda un servicio a la clientela: informa el resultado de las carreras.
El café es muy amplio, con piso de baldosa granítica. Queda en la misma cuadra del mítico, Notable y ya desaparecido La Coruña (leer: https://cafecontado.com/2013/04/04/la-coruna-un-notable-menos-en-la-ciudad/). ¡¡¡La Coruña se rinde, Asturias resiste!!!
No pierdan tiempo y vayan a visitarlo. Estos rincones reciben parroquianos fieles, vecinos del barrio que viven en su interior aunque de noche vuelvan a dormir a sus casas. ¿Quieren conocer San Telmo y su gente? Háganse una parada en el Aconcagua. Volverán en el tiempo hacia atrás. Y para el viaje pídanle al mozo unos bay biscuit.
Todo es autentico! Colores, materiales, mercaderías, olores, precios, parroquianos. Un oasis de resistencia en el tsunami de palermización que vive San Telmo.
Es todo cierto!! Hay que consumirlo antes que se contamine!!!
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