En apenas 200 metros de la Av. Boedo hay dos Cafés Notables (Homero Manzi y Margot), otros dos con igual capital simbólico (Trianón y Pugliese) y propuestas muy interesantes como Pan y Arte. Pero, además de estas notables opciones hay un café (Boedo 944) de los que apenas se notan, el Café Florida.
Para aquellos que aman la estética de los años ’70, el Florida es un templo en estado puro. Abrió en 1971 y desde entonces se mantiene igual. Es un auténtico café sin otras pretensiones de servicio y gastronomía que no sean las esperables y habituales a un “café de barrio” y no “del barrio, porque hay muchos” como afirma Luis, su propietario. Sigue leyendo