«El cierre de un comercio resulta siempre una situación penosa. Pero si se trata del cierre de un café, un bar o una confitería la cuestión es aún más traumática. El café ha sido siempre un lugar de encuentro, y como tal un espacio entrañable. La vida de estos establecimientos corre a la par de la historia cotidiana de la ciudad en que viven. Hablar de un café, de un bar, de una confitería, es hablar un poco de nuestra esencia ciudadana y de nuestro patrimonio. Los cafés están en nuestra memoria colectiva y forman parte del paisaje urbano.»
Arq. Horacio Spinetto (miembro de la Comisión de Cafés Notables de la Ciudad de Buenos Aires)
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