Con el nombre de El Socorro se conoció a la zona cercana a la Basílica Nuestra Señora del Socorro, en la esquina de Juncal y Suipacha. Durante la colonia las parroquias tuvieron gran influencia en la división política de la aldea que era Buenos Aires y, en la mayoría de los casos, terminaron dándole nombre a los barrios. El Socorro es una de excepciones que confirma la regla. Hoy es el barrio Retiro. Sin embargo, un Café, ubicado en la esquina de enfrente a la Iglesia, sostiene la bandera de la resistencia histórica barrial: El Socorro.
El Socorro lleva más de 70 años sirviendo a los vecinos del barrio. Su estética acompaña la tradición urbanística de la zona. Es un Café todo revestido en madera, barra con banquetas de cuero y mesas con tapa de mármol. La clientela parece no tener el apuro de los transeúntes que se observan a través de los grandes ventanales de vidrio repartido. Mujeres de guantes blancos, señores con aspecto de empresarios, ganaderos de paso por la ciudad, disfrutan sin tiempo de la lectura de los principales diarios nacionales. Incluso, está ofrecido El País de España. La música que acompaña, lógicamente, es clásica.
Famosos pintores y grandes escultores vecinos del Café lo frecuentaron a diario. Félix Luna y Ariel Ramírez pasaron largas horas dándole forma a la Misa Criolla que se presentó (y aún sigue sucediendo) en la Basílica. En la actualidad, Víctor Laplace es uno de sus fieles parroquianos. Y nunca es mejor utilizado el término «parroquiano», justamente, por la cantidad de creyentes que visitan la Basílica, más los sacerdotes, que cruzan a tomarse un descanso. Dentro de El Socorro se lucen dos antiguas fotografías de cómo impactaba la construcción de la Iglesia en la desprovista y periférica barriada.
No se pierdan visitar El Socorro y déjense poner en eje cuando a cada hora las campanas lo remontan a una vida sin urgencias. Si bien la esquina, en la actualidad, está situada en una zona muy urbanizada, no hay Café en la Ciudad donde las campanadas de una iglesia le hagan vibrar el cuerpo. El silencio dentro del salón es mágico. Siéntense en una mesa e imaginen el barrio antes que la extensión de la Av. 9 de Julio demoliera varias de sus manzanas y se llevara bajo la piqueta al singular Pasaje Seaver que conectaba por escalera a Posadas con la Av. del Libertador (ver foto en el link del diario Clarín).
Luego de saborear un café, crucen a la Basílica. Allí, hacia 1847, se conocieron y enamoraron Camila O’Gorman y el sacerdote Ladislao Gutiérrez. El romance resultó un escándalo que conmovió a toda la sociedad porteña y es una de nuestras historias de amor más tormentosas.
Algunos links de interés:
http://www.lanacion.com.ar/674022-camila-o-gorman-ladislao-gutierrez-el-amor-mas-prohibido
http://www.reconquistaydefensa.org.ar/_historia/socorro/nssocorro.htm
http://www.clarin.com/ciudades/Caminito-Barrio-Norte_0_397760253.html