Los antipoetas y el Bar Moderno

El Moderno, abierto por gallegos en Maipú y Paraguay a mediados de los años 50, se electrizó con la llegada de los nuevos bohemios, que lo convirtieron en uno de los dos polos de Buenos Aires. «El otro punto de reunión era en torno al café La Paz, donde se reunía el grupo de Corrientes al que nosotros llamábamos ?los poetas sociales’ porque estaban más politizados. Nosotros abjurábamos de la política, éramos más anarcos.» Miguel Grinberg, que publicó a Ruy Rodríguez y a Mariani en el número 2 de Eco Contemporáneo, traza la línea divisoria: «En la calle Corrientes todo era tinto y pizza, y mucho ?viva’ la Revolución cubana. El Moderno era pura ginebra y los primeros porros llegados desde Brasil». Juan Carlos Kreimer, un casi Opium, describe al micromundo del Moderno como «más de avanzada», pero también «indolente, menos comprometido, ombliguista».

Por Fernando García para el Diario La Nación. Lee la nota completa Opium, los antipoetas del Bar Moderno. Una imperdible crónica ex post de nuestros bares.

 

 

 

 

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