Almacén Lavalle está ubicado en la esquina de Lavalle y Rodríguez Peña. Abrió en 1930 (sí, otra apertura de ese año “notable”). Ocupa la planta baja de un edificio propiedad de la familia Risso. Antes el solar perteneció a los Campos López donde un día como hoy, 21 de agosto, pero de 1891, nació Florencio Molina Campos.

Qué curioso, a fines del siglo XIX la zona fue residencia de familias propietarias de campos. Domicilios que luego se convirtieron en bares. Por ejemplo, su vecino Los Galgos en Lavalle y Callao fue la vivienda de los Lezama y después fue un bar. Ambos a partir del ’30.
El Lavalle fue un típico café de Tribunales. Tuvo su esplendor entre las décadas de los cincuenta y sesenta. Las nuevas costumbres resultado de la pandemia -y la post- le dieron un golpe letal. La presencialidad para los trámites tribunalicios perdió jerarquía y dejó paso al home office. Y cerró.

Antes de ésto el Almacén Lavalle lo administró Susana Sassano quien le dio un carácter de bar literario. Organizó talleres de escritura, hubo lectura de textos y presentaciones de libros. La nueva impronta funcionaba, pero en un horario reducido para la zona. Y solo abría lunes a viernes. A partir de su reapertura hubo vecinos que confesaron no saber que allí existía un bar porque salían de sus casas muy temprano y para cuando volvían las persianas ya estaban bajas. “Pensé que acá vendían trajes”, me dijo uno. Hoy el Almacén Bar Lavalle abre los siete días de 8 a 2 am.
El trabajo de recuperación -fueron nueve meses- no desestimó nada del mobiliario original. Todo lo contrario, la nueva puesta hace lucir su patrimonio. También se pintaron, en algunas de las sillas, los nombres de los poetas que pasaron por el viejo bar de la mano de Susana.

Los flamantes socios administran otros bares notables en la ciudad. Para el Lavalle se propusieron una consigna que sabe a rescate popular: lograr el mejor pebete de jamón y queso o salame y queso de Buenos Aires. Elijo creer.

Más detalles en una próxima misa.
Querido Carlos,
Somos Jorge y Eugenia. Alguna vez nos dejaste entrar con nuestra perrita Alinka a tomar algo a La Flor de Barracas. Gracias por tan lindas reseñas. Iremos al Almacén Lavalle la próxima que estemos por la zona.
Saludos!
Hola! Tanto tiempo! No se pierdan el Almacén Lavalle!